Discusiones

Hace tiempo que paso por el evangelio que escribió Lucas, el "medico amado", como le decian; él tambien fue compañero del apóstol Pablo en muchos de sus viajes predicando el Evangelio.

Apartir de este pasaje compartiré algunas notas que guarde al pasar por ahi. Cuando iba en ese pasaje me lamente de no haber escrito mas notas de lo que obserbaba en los capitulos anteriores y por eso decidi a esas alturas del escrito de Lucas empezar a guardar las notas.

No es un estudio exhaustivo pero me ayudaron algunas lecciones que el Señor me permitió encontrar.

Entonces, Este es pasaje:

Además, los discípulos tuvieron una discusión en cuanto a quién de ellos sería el mayor. 
Pero Jesús les dijo: «Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que tienen autoridad sobre ellas son llamados benefactores;  pero entre ustedes no debe ser así,
sino que el mayor entre ustedes tiene que hacerse como el menor;
y el que manda tiene que actuar como el que sirve. 
Porque, ¿quién es mayor?
¿El que se sienta a la mesa,
o el que sirve?
¿Acaso no es el que se sienta a la mesa?
Sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve.  »

Pero son ustedes los que han permanecido conmigo en mis pruebas.  Por tanto, yo les asigno un reino, así como mi Padre me lo asignó a mí,  para que en mi reino coman y beban a mi mesa, y se sienten en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.»

San Lucas 22:24‭-‬30 RVC

Las discusiones entre los discípulos de Cristo son una mancha en el amor;
son antiguas, siempre las hemos tenido; no deben de sorprendernos. Lo que debemos evitar es que prevalezcan entre nosotros y nos dividan.

Las enseñanzas del Señor sobre la forma de vivir para los discípulos es lo que frena las discusiones:
¿como ve Cristo el tema de nuestra discusión?
¿Cómo es su perspectiva Sobre el asunto?
Si nuestra actitud y disposición es correcta en atender estas preguntas las discusiones se acaban.

En este caso el tema fue:
¿quien era el mayor entre ellos?
Hay temas que dan vergüenza siquiera pensar que se tengan que discutir; pensamos en que los discípulos eran muy inmaduros por disertar acerca de este tema, nosotros observando la discusión desde afuera; pero así de penosas se ven nuestras discusiones sobre cualquier tema, si tratamos de resolverlas en nuestro propio razonamiento, eso es lo realmente vergonzoso.

Pero cuando está presente el SEÑOR y Su palabra en nuestra discusión se observa como se va disipando el ambiente de duda y conflicto, tal y como se disipa las tinieblas cuando llega la luz o cuando el viento se lleva el humo de una fogata.
Sus temas, cuándo los explica él son muchísimo más relevantes que los nuestros y con cuánta mansedumbre nos enseña.

Animo!
gracias por leer.